Cedo ante la libertad de la rutina; la vida dividida en módulos de cuatro horas. Cero, cuatro, ocho, doce, dieciséis, veinte… y en el medio otras cosas: R.E.M. a ritmo de Bruno Pronsatto, Iván mama a compás electrónico, y nuestras vidas vueltas tan tecno. Parece monótono e igual, aunque no lo es. A contrapelo al principio, ahora más al aise… Entonces, era como encajar un prisma en un cilindro, ahora todo es más fluído. Dividido de esta manera, el día desaparece muy rápido…
Y yo, giro en órbita de su pequeño nuevo mundo.
2 comentarios:
qué banda de sonido para la lactancia! un auténtico 21st century boy!
qué bueno que ya es viernes de nuevo... hasta ayer todavía cantaba mentalmente a jay jay.
:)
besi + mini besi
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